Nuestro lema

Se dice que no ha mucho tiempo, unos pobres desgraciados, sumisos y alejados de los mantos divinos, fueron maljuriados e instrumentalizados por una junta directiva co-mandada por una presidenta todopoderosa.
La opresión eran tan grande que no les quedo más remedio que hecharse al monte y vagar por los toscos y oscuros caminos en busca de algo tan soñado como inalcanzable.......LA LIBERTAD!!!!

Así, reunidos en un lugar lúgubre, remoto y oscuro, se conjuraron un mapa de sendas y rutas de las cuales solo valía salir victorioso.

La historia los recordará como...... los HEROES PAELLEROS (y tortilleros).

Para quien nos quiera escuchar y que ¡Dios nuestro señor reconozca a los suyos!

Esto queda dicho desde un lugar que, por miedo a las represalias, no puedo nombrar, un 25 de Mayo del año del señor del 2011. (Año 0 de HEROES PAELLEROS)


Año 2012 (Año 1 de HEROES PAELLEROS)....... Seguimos recorriendo rutas y sendas por nuestras tierras disfrutando de lo que ya encontramos el año que se fue... Libertad, Paz, Buenos Compañeros y Mejores Amigos. Tenemos nuevas picas que clavar en tierras que, por nuestro honor, conquistaremos sin ninguna duda.

lunes, 13 de junio de 2011

Cañon del Rio Lobos

El cañón del río Lobos

Un centenar de parejas de buitres leonados habita este mágico rincón de Soria


Custodios y guardianes del río Lobos, hoy en día encontramos más de un centenar de parejas de estas carroñeras, los buitres leonados.

Cuenta la historia que era tradición entre los celtíberos que, cuando un valiente guerrero moría en combate, su cuerpo era abandonado desnudo sobre grandes piedras para que los buitres, descendiendo de los cielos, se nutrieran de él. Así se fundían con estas aves sagradas, ascendiendo a su más alto destino.

Custodios y guardianes del río Lobos, hoy en día encontramos más de un centenar de parejas de estas carroñeras, los buitres leonados, conocidos por estas tierras como abantos. Su presencia, entre otros motivos, ha promovido la declaración de este cañón, de 24 kilómetros, como Parque Natural desde el año 1985, así como Zona de Especial Protección para las Aves por su riqueza ornitológica.

Nuestro paseo empieza cerca de los restos del puente de los Siete Ojos, del siglo XVIII, que salva las aguas del río Lobos. Sus aguas, en período de estiaje, desaparecen bajo la tierra, sumergiéndose en el cauce del río y aflorando posteriormente en el manantial de la Galiana, que da nacimiento al río Ucero.

La maldición de las sabinas 

La vereda avanza paralela al cauce del río y a menudo lo cruza, serpenteando entre los límites calcáreos de los cantiles rocosos. Paseamos por un bosque adusto y frugal de pinos y sabinas. Los pinos son de dos especies: el silvestre, de corteza asalmonada, y el negral o pudio, como aquí se le llama, de corteza grisácea. Este último tuvo como utilidad su resinado para la obtención de la miera que sangraba de su corteza. La sabina es una especie de ciprés, reliquia viviente de los antiguos bosques del terciario, capaz de colonizar las parameras más inhóspitas de la meseta castellana, donde en invierno las heladas son ley y costumbre, noche tras noche. Tiene la particularidad de ser dioica, es decir, que presenta árboles machos y árboles hembras. Es muy tóxico, por la presencia de esencias como las tuyonas y el sabinol, que la hacen fuertemente abortiva.

Al adentrarnos en el cañón aparecen las primeras aguas estancadas, que dan cobijo a los nenúfares, a los juncos y a las espadañas. Los nenúfares, de flores amarillas, sirven de descansadero a una nutrida y sonora población de ranas comunes (Rana perezi) que sirven de comida de las culebras de collar, a su vez, ley de vida, alimento del águila culebrera, cuyo vuelo se avista en el cielo en las horas más calientes del día.

Dejamos a unos seis kilómetros del principio, a nuestra derecha, la fuente del Rincón, y poco después, a la izquierda, el barranco de Valderrueda. Rebaños de ovejas pastan plantas aromáticas como la mejorana, el tomillo salsero o la ajedrea, que dan un sabroso gusto a sus carnes.

Al fin alcanzamos la ermita templaria de San Bartolomé, rodeada de olmos muertos de frafiosis. Está ubicada en un rincón mágico, habitado desde la época del bronce (2000-850 a.c.), frente a la Cueva Grande, donde hay pinturas rupestres, y el llamado Balconcillo.

La ermita es de gran belleza y fue construida por los templarios siguiendo claves esotéricas. Símbolos iniciáticos decoran los canecillos y los óculos o ventanas configuran mandalas (figuras circulares o cuadradas utilizadas para la meditación monacal).

El ulular del búho real, al atardecer, guía nuestros pasos de vuelta al punto de origen.
Cómo llegar
Desde Burgos a Soria por la N-234. En San Leonardo de Yagüe tomamos la SO-960 que lleva a Santa María de las Hoyas y Aranda de Duero. Nos detenemos en el puente de los 7 ojos, a unos 5 km. de San Leonardo.

Monumentos
Iglesia románica de Arganza. Castillo abaluartado de San Leonardo de Yagüe. Castillo de Ucero. 

Desnivel:
Unos 0 metros.
 
Edad minima:
3 años

Recorrido
Unos 18 km. ida y vuelta

Dificultad
Fácil. 

Epoca recomendable
Otoño y primavera. 


lunes, 6 de junio de 2011

PASADA PICAYO


Proxima escapada:
PASADA PICAYO (955 m) domingo dia 12 de Junio 2011
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Recorrido:  San Esteban de Cuñaba, Collado del Medio, Canal de lasTejucas, Canal del Infierno o  Restregapiernas , Collado de los CabrerosPasá del Picayu, Collado de Arguma, Canal de Requejo, Canto las TorcasTresviso, Balcon dePilatosUrdon.

Datos

·       Ubicacion : Picos de Europa-Macizo Nororiental
·       Tipo de recorrido : Travesía
·       Tiempo empleado: San Esteban-Tresviso: 3 horas 30 minutos,                                                       Tresviso - Urdon: 2 horas.
·       Desnivel acumulado subida: 1.100 mts
·       Punto de partida : San Esteban de Cuñaba
·       Dificultad:  Está considerado fácil, pero puede causar impresión de peligro a aquellas personas no habituadas a recorridos con pasos delicados y algún riesgo.

Situados en San esteban de Cuñaba, seguimos las indicaciones del  PR PNPE -29 Ruta Senda Picayo, que nos acompañarán hasta Tresviso. Atravesamos el pueblo saliendo en dirección E. hacia área recreativa de San Esteban, a unos 0,5 km,  pasando por el mirador de  Cueto Bea de bonitas vistas aquí giramos al S. y llegamos al area recreativa que se encuentra al comienzo del Monte Robicones de hayas, robles, avellanos y abedules en la parte alta. Seguimos hacia la izquierda cruzando el reguero Robicones y faldeamos  en ascenso hasta el collado del Medio, que en realidad es una sucesión de pequeños collados. Después de esto el camino se vuelve más horizontal, en lo que cabe, ascendiendo posteriormente con una pequeña trepada por un canalón o reguera que nos lleva a la canal de las Tejucas. Por esta canal se asciende hasta un colladín desde el que se accede, tras un descenso, a la canal del Infierno. Por esta canal ascendemos hasta un collado entre los cuetos de los Obreros y Arguma, dando paso a una zona llamada de Arguma por la que pasamos para llegar al collado Los Cabreros, que es buen sitio para admirar el paisaje y situarnos geográficamente ya que vemos la cuenca del río Deva, la N621 y Rumenes, al fondo de nuestra vista.
Seguimos faldenado nuestro camino. Continuamos por el sendero hasta encontrarnos con una moderna armadura que nos ayuda a superar esta dificultad para llegar a la Pasada del Picayo, que da nombre a nuestro recorrido. De aquí descendemos por terreno algo pedregoso y que merece atención hasta la canal de  Requejo por la que, en un sube y baja, descendemos diagonalmente para de nuevo llegar al Collado Morón. Desde aquí volvemos a descender para atravesar a media ladera resultante, la Canal de Coseñores. Pasamos a un tramo de rocas y hierba hasta el canto las Torcas, de nuevo paraje pedregoso con hierba, armado, que nos aboca a una zona más liviana en pendiente, con vistas a Tresviso, que nos empuja al final de nuestro recorrido en el bello pueblo con ese nombre. Llegando a Tresviso tenemos hecho el PR PNPE 29, pero aun nos queda descender por el balcón de pilatos hasta Urdon, donde la carretera de nuevo nos espera.